CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO El feminismo es un asunto serio

El feminismo es un asunto serio

Pues, la transexual ecuménica perversa cultura patriarcal imperante -- para defenderse de los inevitables cambios y movimientos -- de los sectores estereotipados y cristalizados, se vale del poder que controla las herramientas comunicacionales que ayudan y mantienen el statu quo: La irresoluble perversión no sublimada y la ambigüedad sexual del varón que posee la decisión final en este esquema, donde el macho sigue siendo la ley. El cambio está en la educación, pero se nos presenta el hecho de que la misma está inserta en el desarrollo de cada civilización y ahí entramos en la “cultura”. “Cultura” se interpreta desde el sacrificio humano para satisfacer a los “dioses”, la patria potestad que permitía al “varón” hasta matar a un hijo, cercenar el clítoris de las niñas (como se practica aún en numerosos lugares del planeta) y así recorreríamos este trazado “cultural” con otros ejemplos. Es el hecho del poder. Ahí se presenta el “asunto”, como tener el poder para educar y que “los varones cambien la cabeza”. “Sin eso nada sirve”. No es pretender el matriarcado, sino una genuina igualdad, pero no con las pautas que impuso el varón. Quiénes fueron educados y formados para ser represores presentan un problema insalvable, y ahí es donde deberíamos plantearnos, sin ocultarnos, las consecuencias de proseguir sin cambiar las pautas culturales. Si la mujer no interviene activamente en éste momento histórico, no tendremos futuro. El varón seguirá siendo un represor. El “varón” represor no permitió desde el principio de la historia la participación de la mujer. La mujer ha sido y es un objeto y una mercancía para el varón. Desde el jeque hasta el “varón” más indigente de una favela o villa miseria el comportamiento es idéntico en la utilización del “poder”; sin considerar a la mujer como persona. Es un hecho “cultural”. Los perversos con poder, desde un emirato hasta el área de los indigentes, hacen víctimas a quienes son “atrapados” por las “creencias indiscutibles”. La necesidad de los hombres de controlar a las mujeres ha sido tal, que le ha llevado desde los tiempos antiguos a privarlas de sus valores más fundamentales. La historia de las mujeres, es decir, de más de la mitad de la humanidad, apenas aparece esbozada en los libros de texto. Durante siglos ha sido silenciada y tan sólo en algunos casos aparecen personajes femeninos rodeados de un halo de misterio. La transexual ecuménica perversa cultura masculina ha tiranizado las relaciones entre géneros imponiendo su autoridad en todos los ámbitos: sociales, religiosos, políticos y culturales. De ahí que aún hoy día la mujer sufra una constante discriminación que sigue negando la igualdad de derechos con respecto a los hombres. La tortura de mujeres, tanto en el ámbito doméstico como en el institucional, es una práctica cotidiana. Señalo en mi Ciencia de lo femenino (Femeninologia) cuanto tenemos que aprender, sobre la estructura de la relación de la mujer con la verdad como causa, en la imposición del transexual ecuménico genocida perverso patriarcado incluso en las primeras decisiones de la simiesca horda primitiva.
“Experimentamos así la impresión de que la civilización es algo impuesto a una mayoría contraria a ella por una minoría que supo apoderarse de los medios de poder y coerción.” (Freud)
El sentido y la verdad del feminismo, es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
Un travesti no es una mujer
La homosexualidad es una perversión Lo femenino es el camino
Buenos Aires Argentina
7 de julio de 2022
Osvaldo V. Buscaya (OBya) Psicoanalítico (Freud) *Femeninologia *Ciencia de lo femenino
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

El feminismo es un asunto serio-
Por Jessica Lara

El feminismo es un asunto serio. Ahora todo el mundo es feminista y todo es feminismo porque parece que sólo es cuestión de sentirse feminista. ¿Cómo será ese proceso de vivencia tan íntimo? He leído y escuchado a la Ministra de Igualdad declarar en varias ocasiones que tienen una deuda histórica con las personas trans y que están en el lado correcto de la historia por promover eso que llaman “ley trans”. Ahora reflexionemos.
He atendido a la exposición de la Maestra Valcárcel en la Escuela Feminista Rosario Acuña que ha recordado que el feminismo es un conjunto teórico, una agenda y vanguardia, es decir, en esto último están quienes se comprometen a acometer la agenda feminista. La filósofa recuerda la agenda actual centrada en la paridad y en los derechos sexuales y reproductivos, pero se presentan varios problemas en este momento distópico; que cualquiera puede ser mujer con su mera palabra y competir en categorías de mujeres o entrar en las listas cremallera ocupando el lugar de una mujer; y por otro lado la defensa desde el transactivismo de los vientres de alquiler y de la prostitución a lo que llaman “trabajo sexual” y “gestación subrogada” o “gestación por sustitución”. Valcárcel insiste en que su agenda es contraria a la nuestra porque el feminismo tiene como puntos irrenunciables preservar nuestros derechos sexuales y reproductivos y acabar con todas las formas de explotación de las mujeres, en este caso, la explotación sexual y reproductiva. Y lo más importante para tomar conciencia del internacionalismo que es el feminismo, tener presente, tal como refiere la Maestra, que la agenda feminista está abierta por distintas páginas según dónde nos encontremos y que todavía hoy en algunos países casan a niñas de ocho años y las prostituyen, venden a esas niñas, niegan derechos educativos a las niñas, las encierran cuando tienen la menstruación y algunas de ellas no nacen porque al comprobar el sexo en el vientre de su madre (eso que dicen que se asigna al nacer) las abortan.
Con todo este escenario de realidad material yo me pregunto, ¿le corresponde al feminismo pelear por los pronombres con los que un señor quiere ser llamado?¿Es tarea del feminismo el deseo individual y vivencia íntima de un hombre que quiere ser mujer? ¿Es feminista una posición donde se perpetúen estereotipos sexistas que lleven a que niños, niñas y adolescentes sanos se hormonen de por vida y se sometan a operaciones quirúrgicas irreversibles en estado experimental (ya que no se conocen todas las consecuencias a largo plazo) para cambiar un sexo que no podrá cambiar jamás porque es una cuestión de cromosomas? ¿Es feminista hacer una “ley trans” antifeminista? ¿Es feminista poner en el centro de la agenda política la defensa de las identidades, celebrar el Orgullo con hombres misóginos y hablar de las lesbianas sin las mujeres? ¿Es feminista tener un Ministerio de Igualdad donde su ministra escriba un tuit diciendo que no ha llegado a tiempo ante un feminicidio y pase todo el tiempo con eso que llama derechos “lgtbiq+” cuando quiere decir “trans” porque su “defensa” es homófoba y lesbófoba? No, no es feminismo.
El feminismo es un movimiento social y político de emancipación de las mujeres al que le preocupa los cautiverios de las mujeres y como ha dicho la filósofa, haciendo referencia al libro de una imprescindible como la antropóloga Marcela Lagarde, los cautiverios de las mujeres deben ser abolidos; esto es feminismo, ésta es su agenda. Y nosotras, las mujeres, su sujeto político. Y nosotras, las feministas a las que llaman "terfs", sí estamos en el lado correcto de la historia, resistiendo con las armas de la argumentación y la ética que nos ha enseñado el feminismo. P.D. Gracias infinitas a Amelia Valcárcel por tanto.
Por Jessica Lara